Mathieu Challières, diseñador autodidacta, ejerció por primera vez su talento creativo en la publicidad. Especializado en escritura cinematográfica, premiado en Cannes, desarrolló la mayor parte de su carrera en Publicis. En el año 2000 empezó a crear objetos. Una afición que siempre ocupó sus momentos perdidos. Su formación en historia del arte (se licenció en la Escuela del Louvre) le permitió adquirir todo un vocabulario de formas que se conjugaban con el beneficio espontáneo de sus creaciones.
Sus primeras lámparas encontraron rápidamente compradores entre decoradores o marcas prestigiosas como Bon Marché en París. En 2006, creó los Aviarios, un objeto luminoso no identificado, que no se parece a nada de lo que los ha precedido. Convertidos en iconos, actualmente se distribuyen en una treintena de países y se fabrican de forma artesanal en su taller de Belleville en París.
Creados en 2006, Les Volières de Mathieu Challières no se parecen a nada que haya existido antes que ellos.
Tras haberse vuelto icónicos, ahora se distribuyen en casi 40 países. Se trata de productos hechos a mano en Francia, en París. La colocación de los pájaros es siempre similar pero la elección de los colores varía según el estado de ánimo del momento. Aéreas y alegres, no nos cansamos nunca de su poesía.
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